Ayer recibí un wasap de un colega muy cachondo.
“Cuando estés triste piensa en la inmobiliaria de ayer… Y se te pasa.”
Te cuento la vaina.
Estoy buscando piso para un cliente muy especial.
Y aunque soy consciente de que el mercado esta duro, me está costando más de lo esperado.
Lo que busca el cliente no es nada del otro mundo, un piso hasta 200.000€ que metiendole una reforma se pueda vender con un margen decente.
El caso es que ya he preguntado a todos mis colegas de confianza, grandes profesionales con inmobiliaria propia, y se que en cualquier momento saltará la liebre.
Pero como yo no soy de estar de brazos cruzados, el lunes quedé con un amigo y nos fuimos a darle mandanga por su barrio, una zona poco explorada por mi, pero con un mercado potente.
Tras hacer el típico trabajo de campo sin mucho éxito, decidimos entrar en cualquier inmobiliaria que nos encontrasemos.
Inmobiliarias random, que dirian los modernos.
La primera tenia el cartel de “Vuelvo en 30 minutos”, asi que nos fuimos al bar de al lado a tomar algo para hacer tiempo.
Al rato volvimos… y lo mismo.
Sugerencia:
Cuando pongas un cartel de “Vuelvo en 30 minutos”, no olvides la coletilla “Si en 30 minutos no estoy, vuelve a leerlo”.
Total, que llamé al teléfono que aparecía en google y me respondió un agente que me dijo que en su zona no tenia nada, pero que en Carabanchel tenia algo que me podía interesar.
Manda huevos, irme a la otra punta de Madrid para acabar en el mismo sitio de siempre.
Lo importante es que Carabanchel nunca te falla.
Le dije que me parecía bien y que queria visitarlo.
Él me dijo que me llamaría en un rato… y aqui sigo esperando. Ayer le llamé y ya no me responde.
Lo típico.
Después dimos con una conocida franquicia y, aunque en el escaparate todo lo que tenían estaba “Reservado” o “Vendido”, decidimos entrar.
Tres chavales que en lugar de estar haciendo zona estaban apalancados en la oficina, nos atendieron con desgana y nos dijeron que no tenían nada.
Parecían estar fumados.
Si coges a Johnny Canuto y Fumeta MC, les quitas el chandal, les enfundas un traje con calcetines blancos y les pones a vender pisos, encanjarían a la perfección en esa oficina.
Te haces una idea del nivel.
Después visitamos otras tantas con el mismo éxito. En unas no tenían nada y otras estaban cerradas.
No se si es que estaban de Semana Santa, si es que no tenian producto para vender o que, pero no tiene sentido tener una oficina a pie de calle para tenerla cerrada.
Para eso mejor montarse un despacho, trabajar a tu aire y ahorrarte toda esa pasta.
Pero bueno, tampoco le voy a decir a nadie lo que tiene que hacer.
Cada uno que tire su dinero como quiera.
El caso es que solo en una, la típica inmobiliaria de barrio donde se veia que la dueña llevaba tiempo dando buen servicio a los vecinos y que tenia muy controlada la zona, sentimos que no habíamos perdido el tiempo.
Y aunque sigo sin encontrarle piso a este cliente, me fui contento a casa.
Porque si este es el nivel de la competencia, estoy jugando con ventaja.
Mucha ventaja.
En el enlace de arriba.
Por supuesto, conozco varios agentes de trabajar con ellos y son grandísimos profesionales. Hay de todo en la viña del señor jaja
Un saludo
Recuerdo que cuando iba al instituto teníamos un profesor de física que había que echarle de comer a parte y llegaba a mi casa y le decía a mi madre: He suspendido con un 4, pero el resto de la clase también, de hecho ha sido la segunda mejor nota.
Y me decía aquella frase de: A mí no me importa que haga el resto, solo lo que hagas tú!!
Y yo le replicaba: Ya, pero la comparativa aquí importa porque he cargado pero lo he hecho bastante mejor que el resto.
Y me decía: Mal de muchos, consuelo de tontos XD
El caso, si tú competencia local es muy mala, con tal de que seas alguien serio y que haga las cosas bien, te los tienes comiéndote en la mano.
Gran artículo.
Un saludo.