Ayer estuve en notaria.
Esto no es noticia, me paso la vida entre la calle y la notaría.
Lo que si es noticia es que no fui a la notaria a vender ningun piso, sino a constituir una sociedad.
Mi empresa.
Desde 2017 he estado funcionando como autónomo y ahora he ido un paso más allá.
En realidad esto no cambia nada.
Mi trabajo y mi forma de trabajar van a ser iguales, asi como el servicio que te daré a ti como cliente.
La cuestión es que ser autónomo te limita mucho a la hora de crecer y de desarrollar proyectos paralelos, algo que siempre tengo en mente.
Asi que he dado el paso.
Y aunque no soy muy de echar la vista atrás, hoy haré una excepción y voy a hablarte de lo que han supuesto 8 años como autónomo.
Si te planteas dar el salto y ponerte por tu cuenta, lo que voy a contarte te va a ayudar mucho.
Y si ya eres empresario y empezaste con una mano delante y otra detrás, como yo, te verás identificado y te hará ilusión.
Al lio.
En 2017, cuando di el salto, mi único objetivo era cubrir costes y generar limpia de polvo y paja una cantidad igual a la que generaba trabajando por cuenta ajena.
Ya ves que locura.
No empecé pensando en hacerme millonario ni en comprarme un lambo.
Nada de eso.
Simplemente queria ser dueño de mi tiempo, de mi trabajo… y de mis clientes. Y abrirme camino poco a poco.
Los comienzos no fueron fáciles, pero con constancia, alegría y una mentalidad a prueba de bombas lo conseguí.
Y desde que vi que era posible me sentí un privilegiado.
Nunca me preocupó pagar la cuota de autónomo. Nunca me preocupó que me crujieran trimestre tras trimestre. Nunca preocupó no poder cogerme una baja ni no tener vacaciones pagadas.
Simplemente lo dí por hecho y me enfoqué en lo importante.
Vender, vender y vender.
Para vender, vender y vender he tenido que enfocarme en muchas cosas:
Captar pisos como si no hubiera un mañana.
Formarme constantemente.
Ganarme la confianza de los clientes para que me contraten y me recomienden a todos sus conocidos.
Dedicar muchisimo tiempo a desarrollar relaciones personales.
Construir una marca personal potente y reconocida.
Experimentar todas las fumadas que se me ocurrian, para ver lo que funcionaba y lo que no.
Exponerme.
Invertir en mi y en mi imagen.
Luchar cada dia por convertirme en un referente del sector.
Y celebrar.
Sobre todo celebrar.
Porque hay que darle alegría a la vida.
Y aunque trabaje como un animal de lunes a domingo, siempre saco tiempo para celebrar esos pequeños y grandes éxitos que te pone la vida.
Incluso los fracasos tambien los celebro.
Celebrar te permite mantener la alegría para seguir vendiendo cada día.
Y, como dicen los que saben de esto… vender es vivir.
PD.
Adivina como se llama esta nueva sociedad.
Hombrados S.L.? :D
VENDER ES VIVIR.SL