Ya ha llovido desde que me puse como agente inmobiliario independiente.
Esto fue en 2017.
Cansado de trabajar de sol a sol en una franquicia inmobiliaria por una miseria, estaba convencido de que por mi cuenta me iría mejor.
No era muy difícil, la verdad.
Ganaba tan poco que hasta la estimación más pesimista de todas las que hice me parecía cojonuda.
Aun así, dar el paso me costó.
Tenía una niña de poco más de un año a la que alimentar y disponía de los ahorros justos para aguantar 3 o 4 meses en modo “austeridad total”.
Si alguna vez has trabajado como agente inmobiliario y te ha tocado hacerte una venta completa (captación - reserva - firma), sabes que en 4 meses lo más probable es que no hagas nada.
O tienes suerte o te comes los mocos.
Pero bueno, le eché huevos y me lancé.
Como no tenía para montar una oficina, no la monté.
Decidí que los propios pisos que gestionaba serían mis oficinas.
Algo asi como un teletrabajo a la inversa.
No es tan extraño.
Si los consultores de las Big Four trabajan en las oficinas de sus clientes en lugar de trabajar en las de su empresa, ¿por qué no iba a hacerlo yo?
Tiempo después, cuando ya tenía capacidad para montar una oficina con comerciales a los que explotar durante meses y despedirlos justo antes de que vendan algun piso para ahorrarme sus comisiones, me di cuenta de que prefería seguir trabajando como hasta entonces.
A mi bola.
En lugar de promocionar un negocio que cualquier dia podría cerrar, decidí promocionarme a mi mismo.
Me obsesioné con construir una marca personal muy potente.
Primero offline, que me conociese to kiski en Madrid, y luego online.
Y en lugar de contratar empleados, construir una red de agentes inmobiliarios independientes de otras regiones para colaborar entre iguales y no perder oportunidades de venta.
Visto en perspectiva, todas esas decisiones tomadas desde la necesidad han sido grandes aciertos.
Ahora, los profesionales prefieren tener una estructura muy ligera.
Ahora, los profesionales saben que el futuro del sector está en manos de los agentes independientes.
Ahora, los profesionales saben que la mejor publicidad pasa por construir una marca personal potente.
Ahora, los profesionales conocen el valor de una buena red de colaboradores.
Mira.
Quiero contarte algo y con esto ya termino.
Hace unas semanas estuve en Valencia.
El motivo oficial es que fui a dar una conferencia sobre encontrar oportunidades de inversión en un mercado de ultrademanda.
Pero no.
La realidad es que fui a desarrollar mi negocio.
Nada mas llegar me reuní con uno de los mejores agentes independientes de Valencia y fuimos a visitar a un propietario, suscriptor de esta newsletter, que llevaba tiempo intentando vender su casa sin exito.
Ahora sabe que está en buenas manos.
Y si tú quieres vender tu casa de Madrid, de Valencia o de cualquier sitio, también lo estás.
En el enlace de arriba.