Mi señora esposa hace unas tartas de queso cojonudas.
En serio, de las mejores que he probado.
Y he probado unas cuantas.
Ella es consciente de su talento para hacer tartas de queso y de vez en cuando me sorprende con alguna de sus creaciones para mi deleite personal.
Pero aunque tenga talento, actua con normalidad.
Es decir, no hace cosas raras.
Por ejemplo, no se le ocurre seguir en Linkedin a un pastelero y comentar sus publicaciones diciendo que todas las pastelerías son unas estafadoras.
Ni decir que cobrar al cliente 60€ por una tarta es un abuso, cuando en tu casa las haces mejores y por mucho menos.
Tampoco dice que el que paga por una tarta es un retrasado mental por entrar en el juego de esta mafia.
Y tampoco les acusa de especular con un bien de primera necesidad mientras hay gente que muere de hambre en el planeta.
No solo eso.
Además, cuando hay algo que celebrar, y ella es muy de celebrar, encarga las tartas a la pastelería del barrio.
Sin embargo, por si todavía no lo sabes, yo vendo pisos.
Los vendo casi tan bien como ella hace sus tartas.
Y cada vez que hago una publicación sobre cualquier tema inmobiliario aparece el acomplejado de turno que necesita que alguien le haga casito.
- “Pues yo vendí mi casa sin agencia mas cara de lo que las agencias me decían”
- “Yo vendo casas mejor que cualquier niñato con corbata de colores”
- “El que contrata una inmobiliaria para que un analfabeto se dedique a abrir puertas es gilipollas.”
- “Las inmobiliarias deberían estar prohibidas por especular con un derecho constitucional como la vivienda.”
- Ñiñiñiñi ñiñiñi ñi ñiñiñi ñiñi.
Payasos.
¿Qué cojones les pasa en la cabeza a estas personas para que, en lugar de dedicarse a mejorar su vida, pierdan su tiempo lanzando mierda contra gente a la que no conoce de nada?
Mira.
Cada uno puede vender su casa como quiera.
Y me parece perfecto que quien tenga tiempo, conocimiento y ganas de venderla por su cuenta, lo haga.
Pero eso no le convierte en un ser superior.
Ni significa que los agentes seamos prescindibles, ni una lacra social, ni la reencarnación del diablo.
Yo vendo pisos.
Algunos de mis clientes no tienen capacidad para venderlos por su cuenta. Simplemente confian en mi y quieren que yo me encargue de todo.
Otros de mis clientes son personas formadas que tienen el culo pelado de comprar y vender pisos y podrian hacerlo perfectamente por su cuenta.
Pero confian en mi y prefieren que lo haga yo.
Prefieren pagarme para dedicar su tiempo a sus cosas.
Prefieren pagarme porque creen que un especialista que se pasa todo el dia en la calle jugando a las casitas puede hacerlo mejor que ellos.
Prefieren pagarme porque saben que les puedo conseguir un mejor precio, porque saben que puedo cerrar las operaciones antes y porque saben que puedo solucionar imprevistos y movidas de una forma más agil que ellos.
Como decía un buen cliente:
- Cuanto menos me molestes, más contento te pagaré.
En el enlace de arribas.
Muy bien Hombrados y además es que escribes muy bien. Esperando tus noticias todos los días porque me alegran la mañana