La semana pasada varios suscriptores flipasteis y me escribisteis corriendo:
“Hombrados!!! Eres portada en Idealista News”
“Me imagino que ya lo sabes, pero ya te mencionan hasta en Idealista. Tu popularidad va en aumento... 👍👍👍”
Te cuento la vaina:
Hace un par de meses escribí una newsletter acerca de una inquilina guiri que tuve y que, al volverse a Estados Unidos y buscar piso alli, me había puesto a mi como referencia.
El caso es que una inmobiliaria de Carolina del Norte me contactó preguntando por ella y cuando vi lo draconiano que era el proceso de selección, lo conté aquí con pelos y señales.
Los de idealista lo leyeron, les llamó la atención, se pusieron en contacto conmigo y prepararon un artículo citándome a mi y a la Mandanga Inmobiliaria.
Y esta es la portada que ha estado en Idealista News todo el finde y que hoy, cuando leas esta newsletter, ya habrá desaparecido.
A pesar de que en la portada no hay ninguna foto mía ni se me mencoina directamente, el artículo en cuestión sí deja claro que está basado en mi newsletter.
Aquí puedes verlo.
Aunque pueda parecer anécdotico, aparecer en portada de Idealista News es un hito que marca un antes y un después.
Mira.
Solo por el hecho de llamarse Mandanga Inmobiliaria mi newsletter estaba condenada a la clandestinidad.
Cuando elegí el nombre ya era consciente de ello y no me importó.
Sabía lo que hacía.
Tú y yo sabemos que los medios generalistas se basan, ante todo, en la corrección política y en evitar escandalizar al lector.
Prefieren publicar cientos de análisis tan sesudos como infumables diciendo que los precios suben y bajan al mismo tiempo, a decir algo que pueda incomodar a alguien.
Si esto, en lugar de Mandanga Inmobiliaria, se llamase “El Observatorio Inmobiliario” o “La actualidad del Real Estate” y dijese las mismas obviedades y las mismas frases vacías que todo el mundo, hace tiempo que yo sería un analista de referencia.
Tambien podría haber salido antes en los medios si hubiera desarrollado una startup de esas que empiezan levantando varios millones en rondas de financiación… y que acaban en concurso de acreedores.
O inventandome un megaproyecto con mucho marketing enfocado en transformar el sector y eliminar su mala reputación… para acabar repitiendo las mismas malas prácticas de siempre.
Paso.
Nunca me interesó eso.
Preferí andar mi propio camino.
Este camino:
Empezar en 2017 desde cero, sin oficina ni empleados.
Captar desde entonces más de 500 propiedades en venta y alquiler.
Haber vendido mas de 100 pisos y alquilado mas de 400.
Haber creado el primer negocio de venta de pisos por suscripción de pago (El Club Inmobiliario 2.0).
Desarrollar diversos programas de formación para agentes inmobiliarios.
Formar a mas de 1.400 agentes.
Contarte desde 2021, sin fallar ninguna semana, mis andanzas en este mundo con alegría, humor y energía.
Haber hecho más de 20 entrevistas para diferentes podcasts inmobiliarios, de ventas y de emprendimiento.
Enseñar pisos en bañador y sandalias. Y venderlos.
Tener la única web inmobiliaria que se atreve a decirle a los propietarios que yo elijo si trabajo su piso o no.
Y más cosas que ahora no recuerdo.
Este es el camino que yo he elegido y los de Idealista News han sido los primeros que han tenido huevos para sacarme en portada.
No serán los únicos.
Varios medios me seguían de cerca y no se han atrevido. Ahora, al ver que no muerdo, se animarán a escribirme.
Mientras tanto, yo sigo a lo mio.
Por si tienes dudas, lo mío no es arreglar el problema de la vivienda, ni la reputación del sector inmobiliario ni adivinar si el precio de tu vivienda bajará o subirá el año que viene.
No.
Ni tengo capacidad para arreglar nada, ni me corresponde a mi ese papel, ni tengo tanto ego como para creerme capaz de hacerlo.
Tampoco puedo hacer que el precio de tu vivienda suba o baje.
Lo único que puedo hacer es, cuando decidas venderla, encargarme yo.
Porque eso es lo mio.
En el enlace de arriba.