Cada año la historia se repite.
CEOs y Co-Founders de startups que han levantado algun milloncejo en sesiones de Business Angels contactan conmigo.
Me quieren en su megaproyecto.
Un megaproyecto para liderar la transformación digital del sector inmobiliario, un sector que no ha evolucionado en los últimos 3 siglos y que huele a caspa y naftalina.
Unos son los que van a acabar con el monopolio de idealista.
Otros, los aniquiladores de la agencia inmobiliaria tradicional.
Y los de mas alla, los que vienen a hacer algo radicalmente nuevo. Algo que a los descerebrados que trabajamos en esto jamás se nos hubiera ocurrido.
Ante tal demostración de poderío abro las orejas y escucho.
No quiero pasar a la historia como el gilipollas al que contactó el futuro Elon Musk de la Alcarria y le respondió que no tenía tiempo para atenderle.
Total, que tras alardear de pulmón financiero me dicen que necesitan un experto como yo…
Pero me ofrecen sueldo de becario.
Supongo que piensan que mi negocio es basura y que no me alcanza para pagar la cuota de autónomo.
Asi que, cuando les digo que no me interesa, me sugieren que haga una contraoferta.
Y yo, obediente, les digo mis pretensiones, que suelen ser entre muy altas y astronómicas. Porque si esto va de levantar pasta, la levantamos todos.
Finalmente, tras no llegar a ningún acuerdo, nos despedimos y empiezan a quemar billete.
Salen por partes.
No se habla de otra cosa.
Salvan al sector.
Acaban con la especulación.
Hacen que los precios de la vivienda sean dignos.
Desaparecen todas las inmobiliarias de barrio.
Destronan a idealista.
Y tras tres o cuatro años partiendo la pana, entran en concurso de acreedores.
Los inversores empiezan a pensar que el proyecto no es tan interesante como les habían contado en las rondas de inversión.
Se les cierra el grifo.
Dejan numerosas operaciones colgadas y con el culo al aire a los cientos de agentes inmobiliarios que se habían unido a su maravilloso proyecto.
Y no se les vuelve a ver el pelo.
Esta semana ha vuelto a pasar, otro proyecto ciclotrónico ha caido.
El hostiazo ha sido viruvérsico.
Si vives en este planeta azul sabrás de lo que hablo.
Y mientras estos salvadores del mundo vienen y van, yo sigo a lo mio con mis propios medios y mis recursos propios:
Captar y vender pisos.
Porque yo vendo pisos, sin pretensiones y con alegría.
En el enlace de arriba.
Muy bueno tu post de hoy, además de ser un aviso a navegantes…jajaja