El correo de hoy va a explotar tu cabeza.
No lo digo por decir.
Atento:
El otro dia un suscriptor me preguntó por los saltadores de agencias.
Ya sabes, esa gente que, cuando ve anunciado un piso que le interesa, hace lo que sea para localizar al propietario y quitarse a la agencia de enmedio.
Ellos dicen que lo hacen porque la agencia encarece la transacción.
Pero la realidad es que son liantes que buscan propietarios incautos para hacerles el tocomocho.
Las preguntas concretas de este suscriptor eran que si habían intentado saltarme y que qué hago cuando eso pasa.
Y como es un tema tan interesante como frecuente, voy a compartir mi respuesta contigo.
Al lío:
Sí.
Han intentado saltarme.
Es algo muy habitual, pues el saltador de agencias es un tipo de fauna muy característico del ecosistema inmobiliario.
Pero aunque este mundillo esta lleno de espabilados, los saltadores me preocupan entre cero y nada.
No me preocupan por 2 motivos:
1.
Siempre tengo la exclusiva bien atada.
Esto es algo básico.
De la venta de los pisos que gestiono me encargo yo.
Solo yo.
Si cada propiedad la trabajase con otras 30 agencias me harían el lio cada dos por tres.
Pero no es el caso.
Y aunque el primer motivo es fundamental para que no te choteen, el segundo motivo es el verdaderamente importante:
2.
Siempre tengo al propietario fidelizado.
Tener la exclusiva no es tener un documento firmado en el que dice que el propietario te encarga la venta de su propiedad unicamente a ti.
No.
Tener la exclusiva es tener la plena confianza del propietario.
Que él quiera que seas tú quien le venda su piso.
Que te diga eso de “aqui tienes las llaves, encárgate”.
Eso es tener la exclusiva.
Y para que entiendas a qué me refiero, te pongo un ejemplo reciente.
Mira.
Hace poco vendí un piso que estaba alquilado.
Como los inquilinos iban a salir a final de mes, el propietario llegó a un acuerdo con ellos para que me permitiesen hacer visitas mientras tanto.
Al anunciar el piso unos espabilados de estos se presentaron alli por su cuenta y le pidieron a los inquilinos enseñarles la vivienda y el teléfono del propietario.
Y los inquilinos, inocentemente, accedieron.
¿Qué pasó?
Que el saltador le envío este wasap al propietario:
“Hola XXX. Soy XXX. Te escribo porque se que vendes la casa. Nos la ha enseñado tu inquilina y estamos interesados. No se si te interesaria venderla directamente. Quedo pendiente que te pongas en contacto conmigo. Un saludo.”
¿Y qué hizo el propietario?
Enviarme esto:
“Unos pájaros han intentado saltarte.
Que asco de gente.
Se han presentado en el piso y le han pedido mi contacto a los inquilinos.
Les dije que cualquier visita tenía que pasar por ti.
Que no abran a nadie.
Esa gente no es de fiar, si te llaman y te dicen que ya han visto el piso cobrales un 10% de honorarios, por listos.”
Hostia…
Aunque confio en mis propietarios, estos gestos me alegran y se agradecen.
Y lo mejor de todo es que este caso no es único.
Este tipo de propietarios existe y si sabes como hacer las cosas serán ellos los que te busquen a ti.
Ahora, cuando alguien te diga que los propietarios no quieren agencias, ni firmar exclusivas, y blablabla y ñiñiñiñi, acuerdate de este caso.
Y ya para terminar, la pregunta del millón.
¿Qué hice con estos saltadores?
Eso es lo de menos.
Lo importante es que ese piso se vendió muy bien.
Y que el propietario quedó muy contento.
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