Las inmobiliarias somos prescindibles.
Hacemos 4 fotos a los pisos, los subimos a los portales y esperamos que llamen los clientes.
Luego agrupamos todas las visitas el mismo dia para trabajar menos y para ahorrar tiempo y gasolina.
En las visitas nos dedicamos a abrirle la puerta al cliente para que lo vea a su aire y rapidito, tratando de informarle lo menos posible y que no se entere de los problemas del piso.
Después le hacemos el lio al primer incauto diciendole que si no lo reserva ahora mismo, hay otro comprador camino del cajero.
Y al final nos llevamos un pastizal por no hacer nada, encareciendo considerablemente el precio de la vivienda.
Esta es, más o menos, la percepción del público general sobre el trabajo de las agencias.
Y la que tienen la mayoría de agencias sobre sí mismas.
Entonces, para cambiar esto, las asociaciones inmobiliarias y los colegios de APIS destinan cada año nosecuantos recursos a mejorar la reputación del sector.
Lanzan comunicados y campañas en redes que son difundidas por todos los profesionales del sector… pero que a las personas ajenas al mundillo se la repampinfla.
Total, un paripé en el que hablan de implantar códigos éticos y medidas de transparencia que no cambian nada.
La verdad, a mi las transparencias que me interesan no son precisamente las del sector.
Y tampoco me preocupa la mala fama.
No creo en ello.
Yo creo en las personas.
Lo único que me preocupa es mi mala fama. Es decir, no tener mala fama y, a ser posible, tenerla buena.
Mi única obsesión es dar un servicio excepcional.
Para ello trabajo muy pocas propiedades y las que trabajo lo hago con dedicación plena.
Y ahora voy a contarte una anécdota.
Hace poco cerré una operación muy complicada.
Una familia en una situación límite, a punto de perder la casa en la que vivian por no poder afrontar los gastos de una serie de trámites pendientes.
Al aceptar la gestión sabía que me estaba metiendo en un embolado de cojones, de hecho pasé varias noches sin pegar ojo.
¿Y cómo acabo la cosa?
Asi.
Con este wasap:
“La verdad es que viendo el panorama si no te hubiera conocido no se que hubiera hecho, más personas como tú necesita el mundo, te has portado de maravilla y dudo que otra agencia se hubiera involucrado tanto, gracias, muchas gracias por todo”
Ahora dime.
¿Crees que con clientes asi me puede preocupar lo que piense un desconocido que no tiene ni puta idea de como trabajo?
No.
Por eso, mientras otros pierden el tiempo cambiando nosequé, yo sigo a lo mio:
En el enlace de arriba.
Si señor, con más gente como tú, el mundo iría mejor.
Tu si que entiendes, no solo tu trabajo, sino como tiene que funcionar la vida. Enhorabuena