Llevo muchos años aportando valor al sector inmobiliario de forma gratuita.
Y no me refiero regalando valoraciones.
Para eso ya están otros.
Me refiero a que llevo mucho tiempo explicando a los agentes inmobiliarios cómo ganarse la vida haciendo las cosas bien y dejando a un lado los métodos chusqueros de las agencias.
Enseñando a los agentes sin recursos a abrirse camino entre una competencia feroz y miserable.
Así he abierto los ojos a muchos agentes.
Lo se porque unos me lo agradecen y otros me copian.
Por desgracia todavía quedan muchos otros con los ojos cerrados.
Agentes marrulleros que piensan que no hay vida mas alla de una corbata de colores y sus métodos cutres.
Agentes que en lugar de buscarse sus pisos se dedican a molestar a los propietarios que han decidido trabajar con profesionales de verdad.
Agentes que se pasan el dia mirando idealista a ver si sale algun piso que ponga ABSTENERSE AGENCIAS para empezar a bombardear al propietario.
Agentes que cuando ven que Hombrados acaba de publicar un piso les entran los siete males y empiezan a hacer de las suyas.
El ridículo.
Porque no hacen otra cosa.
Te voy a contar una de las últimas que me han preparado mis queridos haters:
Ayer vendí un piso.
Otro más.
Era un piso de 1980 que en su día había sido VPO.
Cuando llega el momento, los propietarios lo descalifican y lo venden como vivienda libre.
Lo típico.
Los compradores de esa vivienda libre viven en el piso unos años y cuando se cansan de vivir ahí me llaman a mi para que lo vuelva a vender.
También, muy típico.
Y nada mas publicar el anuncio recibo esta incidencia de idealista:
Hago copipaste del texto por si no ves la imagen.
“Buenos días. Sabes que esta vivienda es de protección oficial y que estas pidiendo sobreprecio? Ya que eres tan buen profesional, le enviamos el enlace a la comunidad de Madrid y que lo expliquen ellos?”
Como es una reclamación anónima, imagino que es de algun desgraciado que no tiene dinero para comprar y tiene que dedicar su tiempo a dar por culo al prójimo.
Asi que respondo rápido para que los de idealista no piensen que hay algo raro y sigo a lo mio, que no es otra cosa que captar y vender pisos.
Hago copypaste de mi respuesta:
“Esa vivienda está descalificada y en ningún momento se ha pedido cantidades en B.
Puedo aportar nota simple que lo acredita.
Si el cliente hubiera venido a visitarla, lo hubiera comprobado de primera mano.
Un saludo.”
Ojo, que ahora empieza lo divertido.
Resulta que el personaje en cuestión se autodenomina especialista en vivienda protegida y es franquiciado de una inmobiliaria de esas de corbata chillona.
Y en lugar de dedicar el tiempo a captar sus pisos, lo dedica a ver qué capto yo.
Lo cual me llena de orgullo y satisfacción.
¿Qué cómo lo sé?
Muy fácil.
Porque no conforme con mi respuesta, el menda decide seguir con su diarrea mental, esta vez a través de las redes sociales:
Vuelvo a transcribir:
“Pero vamos a ver: Te anuncias como un antiagente inmobiliario, dices que vienes de trabajar en una grande, que tú eres un profesional, que el resto no sabe, que das un valor añadido,… y pones en venta una VPO con sobreprecio.
Profesional, muy profesional.”
Como era de esperar, su publicación pasa totalmente desapercibida.
Tan solo le dan like sus cuatro palmeros de la franquicia, que empiezan a comentar la jugada y a chuparse los micropenes mutuamente:
“Buscarlo en Google, muy gracioso, se ha venido arriba el muchacho y hay que hacerle entender que no es tan profesional.”
“Madre mía cuanto iluminado haciendo daño a los verdaderos profesionales.”
Los verdaderos profesionales…
Me descojono.
Todo un grupo inmobiliario, de esos que se anuncia por tierra, mar y aire, está pendiente de lo que hago yo.
Sin tener ni puta idea de las circunstancias de cada casa, intentan echarme mierda y desacreditarme.
Pero no pueden.
Están nerviosos.
La tienen muy adentro.
Y esto no ha hecho nada mas que empezar.
Cada día hay más adictos a la mandanga inmobiliaria.
Cada día hay mas agentes inmobiliarios siguiendo mis pasos.
Cada dia hay mas propietarios que quieren que yo les venda la casa.
Porque yo vendo pisos mientras otros miran.
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