Famosos opinan sobre el ladrillo
No les hagas caso
El otro día lei en el As, ese periódico deportivo que antiguamente se empezaba a leer por la contraportada, un artículo sobre Cassano.
Si no le conoces, Cassano es un exfutbolista que fichó por el Madrid en 2005 y durante su estancia en la capital abandonó el futbol para dedicarse a comer croasanes.
Han pasado 20 años y el zampabollos sigue siendo igual de personaje.
Pero como hasta los relojes parados dan dos veces al dia la hora correcta, resulta que Cassano también tiene momentos de lucidez.
Atento:
“La única locura que hice en mi primer año de contrato fue comprar nueve coches. Nueve, porque soy un idiota. Dos Ferrari, dos Mercedes… tenía de todo. Nunca he despilfarrado dinero. Guardo el dinero que gano y sé cómo administrarlo. No lo despilfarro, lo guardo y con él compro casas.”
De los croasanes no dice nada.
Solo habla de Ferraris y de casas, y lo hace de esta manera:
Comprar Ferraris = Idiota
Comprar Casas = Listo
Ojo, que no lo digo yo, lo dice Cassano.
Y esto me recordó a otro lumbreras que se hizo mas famoso por las timbas y por liarla en los aviones que por su música.
Si no sabes de quien hablo, me refiero a Melendi.
Resulta que Melendi, viendo que lo de vivir del cuento por haber sacado un disco hace 20 años no le iba a funcionar, decidió buscarse la vida.
Acabo de darme cuenta de que hace 20 años Cassano y Melendi estaban de moda a la vez… y hemos sobrevivido a eso.
Bueno, volviendo al tema,
¿Qué hizo Melendi?
Comprar casas.
Comprar casas, construir casas y rehabilitar casas.
A base de rehabilitar casas se ha rehabilitado como persona, lo cual siempre es una gran noticia.
Porque dejar de salir en el Superpop para salir en Forbes siempre es una gran noticia, aunque nuestros amados dirigentes quieran convencernos de lo contrario.
Y para terminar te traigo el caso de un crack, un tío con un gran olfato:
Mario Vaquerizo.
Genio y figura.
Porque Mario Vaquerizo, mas allá del personaje, sigue siendo tendencia y cada vez que abre la boca, pasan cosas.
Pues resulta que hace poco, en una tertulia dijo esto:
“Creo en el ladrillo.”
Tal cual.
Luego se perdía en anécdotas para decir que está comprando propiedades a saco y que incluso se ha comprado la casita del antiguo conserje de su edificio para hacerse un vestidor.
Con dos cojones.
Podría seguir con mas ejemplos, pero ¿pa qué?
Los famosos lo tienen claro.
Ellos compran pisos como locos…
En el enlace de arriba.