Ayer me reuní con dos personas.
Dos cracks.
Hora y media de reunión para darle forma a un modelo de negocio que pondremos en marcha en Febrero.
Un proyecto sencillo y discreto que con una pequeña inversión puede generar un volumen de ingresos alto.
Poco que perder y mucho que ganar.
Riesgo controlado.
¿Saldrá bien?
No se sabe.
Puede que sí y puede que no.
El peor escenario es que salga mal, pierda un dinero que ya doy por perdido y me lleve el aprendizaje de que ese no es el camino.
Perfecto.
De ahí solo puedo ir a mejor.
Y mientras ese negocio se pone en marcha y descubrimos si hay mandanga de la buena o no, yo sigo a lo mio.
Que no es otra cosa que vender pisos por mi cuenta, buscar oportunidades para los suscriptores de El Club Inmobiliario 2.0, desarrollar módulos para el AntiMaster Inmobiliario y crear contenido para esta newsletter y la de la Generación del 23.
No está mal.
La verdad es que me impresiono cuando me veo ahora y echo la vista atrás, al momento en que decido ponerme por mi cuenta.
No tenía un duro en la cuenta.
No sabía si sería capaz de pagarme la cuota de autónomo.
No sabía si tendría que volver con las orejas gachas a mi anterior trabajo a suplicar que me volviesen a contratar.
El caso es que las cosas salieron bien.
Y pasé de estar aislado en Carabanchel a rodearme de auténticos fuera de serie.
Pasé de un pequeño negocio de subsistencia a crear una red de proyectos que cubren todo el ámbito inmobiliario.
Ahora disfruto poniendo en marcha negocios que tienen altas probabilidades de éxito.
Ahora me pone emprender.
Y hablo de ello con David Alonso Garcia en su podcast Karma Emprendedor.
En esta entrevista.
Si te gusta el mundo de los negocios y del emprendimiento, de aqui puedes sacar grandes consejos e ideas.
Disfrútalo.
PD. Montar negocios y emprender es lo mismo. El título era para llamar la atención. Feliz martes :)