A comienzos del siglo XVII Madrid ya llevaba unas décadas siendo la capital del reino.
El rey, Felipe III, se pasaba el dia entre El Pardo y la Casa de Campo pegando tiros.
Reinaba pero no gobernaba.
Diferente Felipe, misma película.
Mientras tanto, las tareas de gobierno las llevaba a cabo su valido, uno de los personajes que más poder ha ejercido a lo largo de la historia:
El Duque de Lerma.
Un personaje que de tonto no tenía un pelo.
Sabía latín y también lo hablaba.
Vamos, un espabilao.
El caso, y ahora viene la mandanga, que uno de sus principales objetivos de gobierno fue establecer la capital en Valladolid.
No le costó mucho convencer al monarca.
Y en 1601 hizo oficial el traslado.
Poco antes de este movimiento el duque se dedicó a comprar medio Valladolid a precio de saldo.
Y cuando los nobles quisieron establecerse allí para arrimarse al monarca, lo único que tuvo que hacer fue venderles estas propiedades.
A otro precio, por supuesto.
Incluso vendió al rey el que sería el Palacio Real.
Con dos cojones.
¿Y que pasó después?
Pues que en 1606 volvió a trasladar la Corte a Madrid.
Repitiendo la operación, pero a la inversa.
Esto es lo que se llama “pasarse el juego”.
Mira.
El jueves 18 de Julio doy una conferencia en Valencia.
No te voy a contar lo que tienes que hacer para llevarte la corte a Valladolid y dar un pelotazo.
Pero te voy a contar lo que hace la gente que sabe para comprar propiedades muy por debajo de su precio.
Voy a enseñarte a pasarte el juego.
La conferencia la grabaré, pero no la subiré a ninguna plataforma.
O vienes o te la pierdes.
En el enlace de arriba.