A mucha gente le molesta que gane pasta vendiendo pisos.
Ya sabes, que si me estoy lucrando de un bien de primera necesidad, que si estoy encarenciendo la vivienda, que si me llevo comisiones por abrir puertas…
La canción de siempre.
Ahora, desde que tambien le doy mandanga a los pisos okupados, tanto intermediando como invirtiendo, la cosa se ha animado un poco más y la banda sonora tiene un nuevo tema:
Soy un matón neonazi especulador.
Un ser sin escrúpulos al que no le importan las personas vulnerables y se aprovecha de ellas para enriquecerse.
Mira.
Lo que molesta a la gente no es que gane pasta con esto.
No.
Lo que molesta es que, aparte de ganar pasta, lo cuente abiertamente.
Que en lugar de actuar sigilosamente, entre la culpabilidad y la vergüenza, como si fuese un delincuente común, hable de ello con naturalidad.
Les jode que cuente lo que hago, cómo lo hago y cuanto gano. Y además incite al resto a hacer lo mismo que yo.
Me da igual.
No he visto a ninguno de estos haters coger a una familia vulnerable y meterla en su casa. Prefieren que los okupas se queden en las casas de los demás, cuanto mas lejos, mejor.
Si se cruzasen con un okupa por la calle, se cambiarían de acera.
Simplemente necesitan alguien en quien volcar sus frustraciones, alguien a quien culpabilizar de sus fracasos y asi eludir toda responsabilidad.
Es la única forma que tienen de soportar la vida de mierda que llevan.
Se escudan en argumentos infantiles como que el dinero deshumaniza y chorradas similares para sentirse bien en su pobreza económica y mental.
Pero estan equivocados.
El dinero no deshumaniza.
Lo que deshumaniza es no tenerlo.
Lo que deshumaniza es vivir como un puto esclavo autómata haciendo todos los dias algo que odias.
Maldiciendo cada vez que suena el despertador porque sabes que te espera una jornada de tortura psicológica aguantando a los mismos gilipollas de siempre.
Y todo ese sufrimiento a cambio de un salario de subsistencia que no da para nada.
Sé de lo que hablo, he pasado por ahí.
Por suerte, escapé.
Ahora, que de ingresos no ando mal y soy el dueño de mi vida, soy mas humano que nunca.
Comparto tiempo de calidad con quien me apetece, estoy pendiente de la gente que me necesita y disfruto de las personas y de la vida.
Sí, también trabajo mas que nunca.
Pero trabajo con alegría en algo que me apasiona, que se me da bien y que mis clientes saben valorar.
Porque yo vendo pisos. Y disfruto vendiendolos.
En el enlace de arriba.