El año pasado alquilé un piso.
Bueno, alquilar, alquilé más. Pero me refiero a uno en concreto.
Uno con el que me ha pasado una cosa muy curiosa esta semana que quiero compartir contigo.
Te lo cuento para que veas la importancia de elegir bien a tu inquilino y, en el caso de no saber elegir, que entiendas la importancia de delegar esta tarea en alguien que sí sepa.
Al lío.
Como te decía, el año pasado alquilé un piso.
Y como en las casas que alquilo nunca meto inquilinos que no metería en la mia, elegí a una parejita joven con buenos ingresos que además contaban con el aval de los padres, algo que siempre es buena señal.
Uno de los inquilinos es influencer.
De esos que tienen mas de un millón de seguidores en las redes y que las marcas le contratan para que haga videos probando sus productos y diciendo lo maravillosos que son.
Lo típico.
No es el primer influencer al que alquilo una propiedad. De hecho entre ellos me conocen como el agente de los influencers.
Muy cachondos ellos.
Ellos me contactan para que les ayude a encontrar piso y a mi me gusta alquilarselos a ellos.
Y es que, aparte de ser majos y solventes, mucho contenido lo graban en sus propias casas, por lo que tenerlas impecables es algo prioritario.
Para que nos entendamos, es impensable que hagan un video teniendo la casa como una pocilga con todo revuelto y los tangas dando vueltas enganchados a la lámpara ventilador del techo.
Nada.
Imposible.
Dan mucha importancia a la estética y cuidan bien los pisos.
El caso es que a este inquilino le ha contactado una marca de productos para el hogar, decoración, mobiliario y todas estas vainas. Y le ha propuesto hacer una campaña que consiste en renovar completamente una de las estancias de la casa.
Entran a pico y pala en esa estancia, tiran todo y lo ponen nuevo a tope de power.
Mobiliario, decoración y demás chismes que no son mobiliario ni decoración.
Todo.
La verdad es que la idea mola y tiene muy buena pinta, cuando esté finiquitado compartiré por aqui la experiencia para que lo veas.
Como te puedes imaginar, los inquilinos están emocionados.
Y los propietarios también.
Ojo.
Que un propietario que alquila su piso esté emocionado no es lo habitual.
Lo habitual es que esté acojonado.
La diferencia entre estar emocionado o estar acojonado cuando alquilas tu casa es muy grande.
O muy pequeña.
Tan pequeña como hacer clic aqui.
En el enlace de arriba.