La semana pasada estuve de vacaciones.
Nada del otro mundo, lo típico que hacemos los mesetarios de ir con la familia a la playa a descansar unos dias y ponernos como un tomate broncearnos.
Tambien aproveché para quedar con Julio, compañero de El Club Inmobiliario 2.0, que aunque hablamos a diario no nos conociamos en persona.
Para que veas el nivel de ambos personajes, y de El Club Inmobiliario 2.0 en general, resulta que organizamos una cena en un sitio de los que molan y cuando llegamos al restaurante ninguno de los dos había llamado para reservar.
En fin…
Lo importante fue que nos conocimos y que pude descubrir de primera mano su inmobiliaria y los proyectos en los que está metido.
Aunque me quedé con ganas de ver in situ la promoción que esta construyendo ahora mismo en la isla.
Sí, esa de la que habla cada lunes en su newsletter y de la que sube videos a twitter e instagram.
Algo brutal.
El influencer de la obra.
Si eres de los pocos despistados que todavia no conoce La Fiebre del Ladrillo, te estas perdiendo algo grande.
Pero bueno, todo tiene solución menos la muerte…
En el enlace de arriba.
PD1. Lo bueno de ir a la playa y tener un conocido local es que te va a recomendar sitios frecuentados por gente autóctona, con calidades locales y precios locales.
Sitios cuya estrategia de negocio no se basa en decoración fashion y sablazo al turista.
Dicho esto,las mejores coctelerías se las descubrí yo a él.
Queda claro que la fiesta no es lo suyo.
PD2. En la próxima newsletter te hablaré en detalle de construcciones, fiestas e islas.
Un descojone, no te la pierdas.