*Dalí suplica a Dios que por favor deje de mandarle agentes resudaos a valorar su casa.
En mi última newsletter di cera al marketing panfletero veraniego de las agencias inmobiliarias.
Señalé a todas en general y a ninguna en particular.
Pues bien, el franquiciado de una de estas agencias se dio por aludido.
Es una de esas agencias que se autoproclama “líder en el barrio”, aunque no deja muy claro si en este barrio o en el otro barrio.
De esas que se especializa en empapelar coches con flyers y regalar valoraciones.
De esas donde los empleados van con traje, corbata, maletín, monóculo y bastón.
Ojo, que no tengo nada en contra de eso.
Su casa, sus normas.
El caso es que se sintió aludido y me respondió.
Podía haberme respondido diciendo que le había abierto los ojos, que iba a despedir al director de marketing y que me ofrecía un cheque en blanco para que le llevase las campañas a partir de ahora.
Pero no.
En lugar de eso, prefirió aferrarse a su estilo caduco y ofenderse.
Y, en un intento vano de ser ingenioso, me envió un wasap utilizando a Salvador Dalí.
Dalí, el pintor.
Dalí, el creador del logo de Chupa Chups.
Dalí, el artista que se autorretrataba como Dios le trajo al mundo con la Costa Brava de fondo.
Pues eso, que me envió una imagen con un texto.
Esta imagen:
Y el texto rezaba lo siguiente:
"Que hablen bien o mal, lo importante es que hablen de mí, aunque confieso que me gusta que hablen mal porque eso significa que las cosas me van muy bien. De los mediocres no habla nadie, y cuando lo hacen sólo dicen maravillas."
¿Sabes cual fue mi respuesta?
Esta:
"Con quien crees que vendería Dalí su casa?
Yo no tengo dudas"
Me descojoné imaginándome a Dalí autorretratandose en pelota picada en su casa de Cadaqués mientras unos agentes resudaos le dan la turra con la valoracion gratuita.
En fin…
Dalí tendría muy claro quien le vendería su casa.
Y tú también.
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