Ahora que ha empezado el cole hemos retomado El Club del Cafe.
Este club lo formamos un grupo de padres sin apreturas que después de soltar a las fieras nos juntamos a tomar cafe y montar una tertulia improvisada de alto valor.
El tema del otro dia fue que la inmobiliaria de enfrente del cole, una conocida franquicia, había cerrado.
Siempre me llamó la atención la actividad frenética de sus comerciales.
Cada día, antes de que los miembros del club nos hubieramos dispersado, cada comercial ya habia salido varias veces de la oficina a llamar por teléfono.
Y cada llamada iba acompañada de su respectivo piti.
Yo no sabía si el cigarro era la consecuencia lógica de la llamada o si la llamada era la excusa para salir a fumar sin cantearse.
Por fin salí de dudas.
Ojo, lo del tabaco es anécdotico y no quiere decir que la inmobiliaria haya cerrado porque sus comerciales fuesen fumadores.
Que conste.
Ahora te explico por qué cierran las agencias.
Mira.
Hubo una época en que en cada manzana había 2 bares, 2 chinos y 2 sucursales bancarias.
Ahora lo que hay son 2 inmobiliarias, 2 chinos, 1 bar y 3 lofts.
Cosas de la transformación urbanística.
Por eso, en un momento en el que salen inmobiliarias como churros no parece normal que cierren.
Pero que cierre una inmobiliaria es algo muy frecuente.
La vaina es que se ha corrido la voz de que este es un negocio cojonudo con pocas barreras de entrada en el que se puede hacer mucha pasta en poco tiempo.
Por eso muchas personas ajenas al sector - y algunas no tan ajenas - se alquilan un buen local en una zona visible, contratan 1 responsable y 3 comerciales y esperan que los clientes entren por la puerta.
Pero pasa una cosa.
Los clientes buenos ya no entran por la puerta.
Lo que entra por la puerta es lo que no quieres que entre por la puerta.
Y cuando te pones a llamar para captar a los clientes buenos descubres lo que nadie te ha contado:
Que hay una competencia brutal y despiadada y que eres incapaz de coger propiedades vendibles.
Entonces, en lugar de hacer las cosas bien y centrar el tiro, acabas llenando el escaparate con lo único que eres capaz de captar.
Inmuebles que llevan meses en idealista y que, aparte de ti, gestionan 23 agencias más.
Y tienes a tus comerciales todo el dia llamando a propietarios que no tienen interés en vender y que no saben ni con que agencia estan hablando.
Y con cada llamada, un piti.
Ahora te cuento cómo funciona una agencia de verdad.
Mientras muchas agencias estan jodidas, otras tienen el negocio rodado.
Mira, cada semana me escriben varios propietarios interesados en que yo les venda el piso.
A los mas afortunados les digo que sí.
A los menos, la mayoría, les digo que no.
De hecho, el jueves quedé con Juan, lector de esta newsletter, un tipo para quitarse el sombrero, que me dio las llaves de su casa y lo unico que me dijo fue:
¡Vendemelo!
Y obviamente le dije que SI.
En el enlace de arriba.