Cuando el otro día conté que soy ponente en FAICONECTA varios suscriptores me escribisteis.
Unos me felicitasteis.
Otros me felicitasteis y me dijisteis que nos veriamos por alli.
Me hizo ilusión.
Y es que una de las cosas más especiales y con las que más disfruto es desvirtualizando esta mandanga y llevandola al mundo real.
Con muchos suscriptores he hablado de forma recurrente y parece que nos conocemos de toda la vida, lo cual es maravilloso.
Con otros no he hablado nunca y no les conozco de nada, pero cuando me ven me saludan como si fuese de la familia, lo cual es más maravilloso todavía.
Y esa es la magia de esto.
Mira.
Hace unos años, cuando empecé a trabajar por mi cuenta, mi unica preocupación era ganar lo justo para no tener que volver con los pantalones por los tobillos a ninguna franquicia mendigando que me contratasen.
Ni se me pasaba por la cabeza que, siendo el último mono, sin oficina, sin empleados y sin pertenecer a ninguna red de agentes, pudiera abrirme camino en el sector.
Y lo de servir de inspiración y tener impacto en otros agentes, menos todavía.
Por eso, ahora que voy logrando hitos que nunca me hubiera imaginado, quiero decirte algo:
Si yo he podido, tú tambien.
Ni tengo superpoderes, ni he hecho cosas que no estén al alcance de cualquiera, ni he contado con un presupuesto ilimitado.
Nada de eso.
Simplemente he hecho cuatro cosas.
Bueno, mejor dicho, seis.
Estas seis:
Creer en mi
Llevaba mucho tiempo perdido intentando encontrar mi camino.
Incluso había llegado a pensar que era un inútil que no sabía hacer nada y que mi destino era trabajar toda la puta vida por un salario de subsistencia.
Y dar gracias por ello.
Por eso, cuando vi esta oportunidad ante mis ojos y fui consciente de que el éxito o el fracaso dependia unicamente de mi, volvi a sentir que era capaz de todo y que en esta ocasión no iba a fallar.
Trabajar con constancia y alegria
El sector estaba creciendo y había negocio.
Sabía hacer el trabajo, se me daba bien y me gustaba.
Si hay negocio y sé hacer el trabajo, los resultados solo dependían unicamente de darlo todo cada día independientemente de los resultados.
Por eso, si cada día era capaz de llegar a mas gente y de localizar a más propietarios, al final los resultados llegarían sí o sí.
Y si no llegaban era porque no había insistido lo suficiente.
Solo había que darle caña con constancia y alegría. Y repetir cada día.
Aprovechar las oportunidades
De nada sirve ir por la vida buscando clientes como pollo sin cabeza si, cuando un cliente confía en ti, la cagas.
Aprendí a corresponder a los propietarios que confiaban en mi ofreciendoles un servicio inmejorable.
Y, sobre todo, aprendí a no cagarla.
Exponerme para construir una reputación digital
Cada dia era empezar de cero.
Cuando localizaba un propietario tenia que convencerle de que yo era la mejor opción.
A las bravas.
Y aunque puedo ser muy persuasivo, muchos propietarios no se atrevian a confiar en mi porque no terminaban de ver claro que yo pudiera darles un buen servicio sin liarles alguna movida.
Era entendible.
Asi que me dediqué a construir mi reputación en internet para que, cuando un propietario o comprador me buscase, se encontrase lo que yo queria que supiera de mi.
Para ello hice entrevistas, participé en podcast y fui construyendo un perfil muy potente en Linkedin cuando nadie del sector lo había hecho.
Y eso me abrió muchas puertas.
Crear una audiencia
Cuando vi que a la gente le gustaba mi contenido y mi estilo, decidí ir un paso mas allá y creé la newsletter.
El que está aqui sabe lo que hay.
Habrá dias que te descojones. Habrá dias que te lleves un sartenazo. Y habrá dias que aprendas algo de alto valor.
Pero lo importante es que sabes a lo que me dedico y tienes claro que el día que vendas o alquiles tu casa o quieras invertir, yo soy una opción a considerar.
Y en algunos casos, la única opción.
Tener claro que esto es solo el principio
Me gusta lo que hago, cada día disfruto más y las cosas están saliendo bien.
Ahora que voy cuesta abajo solo quiero seguir dandole mandanga a esto como si no hubiera un mañana.
Porque lo mejor está por llegar.
Y cuando llegue, habré disfrutado del camino a tu lado.
PD. Si por el gran apagón te perdiste mi newsletter del otro día, no pasa nada.
Aqui puedes conseguir tu entrada a FAICONECTA 2025
Nos vemos en Toledo.